Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

Al sol de mi balcón un miércoles cualquiera

Cuando empiezas los días muy temprano y aguantas hasta tarde, llega el miércoles y parece que la semana dure el doble de lo normal. ¿Todavía falta tanto para que termine? Un paréntesis, por favor. Necesitaba un ratito de luz y aquí me he salido, al sol de mi balcón. Pero no creas que es un balcón grande en donde cabe una mesas con sillas o una butaca o unos de esos columpios tan chic de las revistas de decoración. Lo cierto es que es un balcón estrecho y pequeño, que estoy compartiendo con un tendedero plegable lleno de ropa húmeda hasta los topes. En realidad he tenido de tirar en el suelo del balcón uno de los cojines grandes que hace las veces de respaldo en el sofá del comedor. Y aquí estoy, al sol de mi balcón y sentada en el suelo, sobre el cojín y con el ordenador, así desde la calle no se me ve. Mi calle es una de esas vías circulares que cerca el pueblo, por la que puedes caminar si tratas de dar un largo rodeo y que siempre tiene algún coche, moto o bicicleta en circulación.

Arroz con cosas ¡no se lo digas a nadie!

 Hoy tocaba arroz con cosas. Había sobras y algún alimento suelto que tenía que gastar ya y bueno, el arroz es muy socorrido, está bueno con casi cualquier cosa, excepto con las que yo le he puesto hoy, parece ser. Lo cierto es que el aspecto no era malo, pero el sabor era horrible ¿cómo me ha podido salir tan mal? Vaya tela. Cuando repartieron el talento culinario a mí me pillaría haciendo pis o la siesta ¡vete tú a saber! Porque debo ser la única valenciana que no hace bien el arroz con cosas. He aquí el cuerpo del delito. Alguna vez he oído decir que si mezclas cosas que están buenas, el resultado también debe estarlo, pues el caso es que no es una verdad científica y aporto la prueba empírica que puede verse en la imagen sobre este párrafo. Ahora debo pedirte que no comentes con nadie este desliz que he tenido, podría dañar mi reputación en el ámbito familiar. Porque verás, hace muchos años que no convivo con mi familia y, en las contadas ocasiones que nos vemos y me toca cocinar a

Reto de 21 días terminado y operación gimnasio viento en popa

 ¡Y a toda vela! La putada de los 40 años es que te pasas un día y engordas 2 kilos, pero estás 5 días impecable y solo pierdes medio. Por eso tengo que centrarme en el largo plazo y no decaer después de un desliz. Correr por las mañanas es una gran medicina. Después me miro en el espejo y me doy cuenta de que todo está en mi mente. Pero esos esfuerzos, los madrugones y los sofocos de las carreritas, me hacen sentirme fuerte y capaz de todo, menos pesada y extrañamente ágil ¡pesando lo mismo! A pesar de que dos horas después de la ducha aún sigo con la cara roja ¡un poema! Está bien, está muy bien. A las seis y media de la mañana estamos el que pone las calles y yo, sudando la gota gorda. El otro día completé 5 km por primera vez y el cansancio me duró todo el día entero, aunque al levantarme no me apetecía correr y al empezar no me sentía capaz ¡y pude! ¡Lo hice! Apuntada al gimnasio llevo ya 9 días (para los de la ESO al gym) y he ido... 4 veces. Me han marcado un circuito de puesta

Las relaciones, otra vez

El tema de las relaciones debe ser uno de los más tratados del mundo o el que más, sin desmerecer al coronavirus y su popularidad. Y es que está presente en blogs, como el mío, en canciones, en poemas, en libros de todo tipo y en la mitad de los memes que circulan por el mundo. Pero, a pesar de todo, se merece todas las palabras, vídeos e imágenes que estén por venir. Uno de los motivos por los que yo escribo aquí es por lo mucho que a mí me ayuda expresarme así en general. Me ordena las ideas, las clasifica y las acomoda dentro de la estructura que debe haber en mi cabeza. Además de que el hecho de expresarlas es otra forma de entenderlas, al menos para mí. Y, respecto a las relaciones, es que somos un desastre ¿no te parece? Hace unas semanas hubiera saltado a la piscina y ahora tengo que atarme para no hacerlo, porque sé que apenas hay un dedo de agua y volveré a pelarme las rodillas ¡o peor! Quizás es algo animal, un instinto físico, algo que nos aprieta desde dentro y que hay que

Y los maravillosos días festivos ¿recapitulamos lo vivido en el 2020?

Los 40 años seguirán siendo igual de grandes en mi próxima regla y crecerán con los años y las vivencias, pero los maravillosos días festivos lo curan todo ¿y quién no querría escapar en estos meses tan tensos, aunque fuera un poquito? El 2020 está siendo un año de altibajos emocionales, de muchas tensiones y miedos y nervios y saturaciones laborales y momentos familiares y añoranzas y mucho mucho trabajo introspectivo. Todo esto como mínimo. Pero, tras asumir un año sin vacaciones... Reconozco que me estaba costando un poco, sobre todo después de llevar varias semanas dedicadas a trabajar de lunes a domingo. Dicho de otro modo, que ya se me estaba haciendo bola y lo de la resignación no lo llevaba muy bien. Por suerte para mí el tiempo pasa muy rápido; marzo fue un mes de gran expectación. Vivía como conteniendo la respiración, a la espera de percibir la respuesta social o el resultado de este experimento. Observaba a mis vecinos aplaudir, poner música e ir adquiriendo nuevos hábitos