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Reto de 21 días terminado y operación gimnasio viento en popa

 ¡Y a toda vela!

La putada de los 40 años es que te pasas un día y engordas 2 kilos, pero estás 5 días impecable y solo pierdes medio. Por eso tengo que centrarme en el largo plazo y no decaer después de un desliz.

Correr por las mañanas es una gran medicina. Después me miro en el espejo y me doy cuenta de que todo está en mi mente. Pero esos esfuerzos, los madrugones y los sofocos de las carreritas, me hacen sentirme fuerte y capaz de todo, menos pesada y extrañamente ágil ¡pesando lo mismo! A pesar de que dos horas después de la ducha aún sigo con la cara roja ¡un poema!

Está bien, está muy bien. A las seis y media de la mañana estamos el que pone las calles y yo, sudando la gota gorda. El otro día completé 5 km por primera vez y el cansancio me duró todo el día entero, aunque al levantarme no me apetecía correr y al empezar no me sentía capaz ¡y pude! ¡Lo hice!

Apuntada al gimnasio llevo ya 9 días (para los de la ESO al gym) y he ido... 4 veces. Me han marcado un circuito de puesta en marcha en el que hago de todo un poco, pero bien. Lo repito un par de veces y así cada día es como el día de la marmota. En 40 minutos o poco más estoy lista, aunque ya no vuelven a abrir hasta el lunes, así que mañana creo que toca carrera también.

Como te decía, me siento genial, realmente parece que me esté recuperando, hasta que me miro al espejo o me peso y me doy cuenta de que todo sigue igual. Despertar el metabolismo lleva su tiempo y lo de que los músculos tienen memoria... Quizás después de los 40 resetean y hay que volver a empezar del todo.

Sinceramente, ahora no tengo ninguna preocupación ni por mis kilos de más ni por mi alimentación ni por mis desórdenes horarios. Me fijo metas muy pequeñas y de una forma u otra las supero, es lo que en EGB dirían un Progresa Adecuadamente. Y es lo mejor que puedo hacer, porque estoy tranquila, motivada y feliz.

Hoy he pasado el día por ahí ¡qué desvergüenza! Y eso que anoche salí de cena. Ahora sí que tengo de verdad resaca social. Pero he disfrutado mucho.

Por la mañana al mercado a comprar huevos y tomates ¿un arrocito mañana? Ya veré. Después de almuerzo por ahí ¡una desvergüenza! Ese bocadillo que me han puesto era porno duro y ahí no acaba la cosa, aunque no sé si contártelo todo. Hay detalles que una mujer debe reservarse solo para ella.

Solo puedo repetirte algo que te dije ya hace tiempo: la vida me sonríe, pero yo empecé primero.

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