Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2025

Aprender a sostenerme: redes invisibles y fortalezas nuevas

Durante mucho tiempo pensé que sostenerme significaba resistir. Aguantar, tragar, no derrumbarme aunque por dentro estuviera hecha pedazos. Como si ser fuerte fuera sinónimo de no pedir ayuda, de no mostrar grietas, de sonreír incluso cuando la vida me dolía. Y es que reconozco que siempre me he sentido fuerte, pero eso también significaba interiorizar ese  ser fuerte contra viento y marea, parecerlo, seguir adelante aunque, como decía Stallon es Rocky Balboa, la vida te golpee. Eso unido a una alta auto exigencia me han permitido flaquear pocas veces y durante periodos cortos, porque había que seguir adelante, como si nadie fuera a venir a darme la mano, como eso fuera algo que no podía pararme a pensar ni a esperar. Eso era cosa mía y, como dicen ahora, "una lloradita y a seguir". Pero un día entendí que esa no era fortaleza: era soledad disfrazada. Era cargar con todo a costa de mí misma. Y lo entendí el día que de verdad tuve que pedir ayuda, cuando sentía que no podía so...

Cosas que solo entendí después de los 40 (y ojalá hubiera sabido antes)

Si tuviera que resumir mis cuarenta y cinco en una frase sería esta: “No tengo tiempo para tonterías… y qué liberador es descubrirlo” .  Pero claro, para llegar hasta aquí hubo que tropezar, llorar, equivocarse y, sobre todo, desaprender mucho de lo que creía que “había que hacer” para ser feliz, exitosa o, simplemente, aceptada.  ¡Cuánta energía desperdiciada! Y qué importante es saber qué batallas lidiar y cuáles abandonar sin más. Por otro lado, creo que el orgullo mal interpretado es uno de los peores inventos sociales. Hoy quiero contarte algunas de esas cosas que solo entendí después de los 40 (maravillosa década). Y así, si te ahorras alguno de estos tropiezos, me daré por satisfecha. 1. Decir que no es un acto de amor propio Créeme, aprender a decir que no ha sido una de las cosas que más me ha costado en estos años.  Antes decía “sí” a casi todo: favores, compromisos, reuniones, cafés que no quería tomar y llamadas que no quería atender y otras situaciones que ...

Fauna y flora: lo que aprendo del campo cada día

Vivir en el campo es como tener un curso intensivo de supervivencia… Sin matrícula previa, sin manual de instrucciones y con examen sorpresa cada poco tiempo. Bichos de verano, bichos de invierno, plantas de temporada y una estacionalidad latente en cada paisaje. Además, por supuesto, está eso del "aire de tormenta" y todo un expertis cuya maestría exige llevar algo metálico insertado en alguna parte de tu cuerpo. Además, la fauna y la flora no están para decorar postales. Están vivas, activas y, a veces, muy presentes. Por ejemplo: El perro del vecino se cree DJ y nos deleita con sesiones intensas de ladridos en los momentos más inesperados, como durante las siestas raras de mi hija, que con el veranos se nos han desordenado. Las avispas… Bueno, esas no pagan alquiler pero gestionan el terreno, junto con las hormigas, como si fueran las propietarias de la finca (y de los espacios al aire libre del pueblo). Y las zarzas… esas sí que saben cómo hacer que un paseo idíli...

Mi nueva rutina mental y emocional para empezar el día con foco

Últimamente, la vida me ha puesto a prueba por varios frentes a la vez, quizás tú has pasado por algo así, al final es parecido a eso que dicen de que las desgracias nunca vienen solas, salvando las distancias claro. Pero son esos días en los que te despiertas y ya sientes que llegas tarde, que tienes demasiadas cosas pendientes en tu lista y no sabes ni por dónde empezar, estás desbordada. Pues para afrontar esos días o, esos periodos intensos, estoy aprendiendo a organizarme de otra manera, con nuevas rutinas que me aportan claridad mental y me permiten enfocarme en lo más importante para trabajar con estructura y ser mucho más productiva. Y no creas que se trata de algo inflexible que debas seguir a rajatabla para que funcione, sino más bien unos pasos sencillos que me permiten conectar conmigo misma antes de salir al mundo real preparada para lo que sea. Al final me estoy haciendo fan de las rutinas realistas y de verdad estoy consiguiendo cambios en mi vida con resultados asombros...

Para las que están sosteniendo todo (y a veces ya no pueden más)

Hoy siento que me rasga la capa de super mujer. Y es que tratar de tirar de todo no siempre es fácil y hay días que lo llevamos con entereza y convicción, pero hay otros en los que el disfraz nos viene grande. Y quizás no tuviéramos tanto peso sobre nuestras espaldas porque también necesitamos rendirnos alguna vez, pero tanto tú como yo sabemos que no siempre se elije. Esa carga también la veo en mujeres de mi alrededor, que no se quejan y ya no lloran, porque tienen que seguir fuertes por los demás, porque tienen que cuidar y sostener. Sé que hay muchas mujeres ahí fuera, quizás tú que estás leyendo estas líneas, que también están sosteniéndolo todo. La casa. El trabajo. Las emociones. La crianza. Las cuentas. Las dudas. El miedo. A vuestras parejas o ex parejas. El cansancio. Y encima, intentando hacerlo con una sonrisa. Porque nos han enseñado que ser fuertes es no caerse, pero yo creo que ser fuerte es seguir, incluso cuando caes, como esa frase de "si tienes miedo, hazlo con...