Ir al contenido principal

Para las que están sosteniendo todo (y a veces ya no pueden más)

Hoy siento que me rasga la capa de super mujer. Y es que tratar de tirar de todo no siempre es fácil y hay días que lo llevamos con entereza y convicción, pero hay otros en los que el disfraz nos viene grande. Y quizás no tuviéramos tanto peso sobre nuestras espaldas porque también necesitamos rendirnos alguna vez, pero tanto tú como yo sabemos que no siempre se elije.

Esa carga también la veo en mujeres de mi alrededor, que no se quejan y ya no lloran, porque tienen que seguir fuertes por los demás, porque tienen que cuidar y sostener.

Sé que hay muchas mujeres ahí fuera, quizás tú que estás leyendo estas líneas, que también están sosteniéndolo todo. La casa. El trabajo. Las emociones. La crianza. Las cuentas. Las dudas. El miedo. A vuestras parejas o ex parejas. El cansancio.

Y encima, intentando hacerlo con una sonrisa. Porque nos han enseñado que ser fuertes es no caerse, pero yo creo que ser fuerte es seguir, incluso cuando caes, como esa frase de "si tienes miedo, hazlo con miedo". Porque ser fuerte también es reconocer que duele. Que pesa. Que a veces asfixia y que necesitamos ayuda o un abrazo o una charla o un masaje o un baño o unas vacaciones o todo a la vez.

Hoy solo quiero recordarte y recordarme, que no estamos solas. Que está bien no poder con todo. Que pedir ayuda no es debilidad. Que llorar es liberar. Y descansar también es avanzar.

Si estás pasando un momento duro, te abrazo desde aquí, con todo lo que soy, con toda la honestidad que puedo. Porque a veces solo necesitamos leer que a alguien más también le cuesta. Y que, aun así, seguimos adelante.

Gracias por estar ahí y 💚 si este texto te ha resonado, te invito a escuchar el podcast o unirte a mi comunidad en Patreon. Porque juntas, todo pesa un poco menos.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo que me salvó cuando toqué fondo (y cómo empezar de cero sin fingir que estás bien)

Hay momentos en los que ni el café es capaz de arreglar la situación, ni las frases motivadoras, ni las ganas de seguir como si todo fuera normal, haciendo lo de siempre y dejándote arrastrar por la inercia de la vida.  Para algunas puede que el maquillaje sea un salvavidas para esconderse del mundo Pero yo no tengo ese recursos porque ni sé maquillarme ni suelo hacerlo y las pocas veces que me pongo rímel acabo frotándome los ojos antes de salir de casa. Pero ¿qué pasa cuando tocas fondo, pero tienes que seguir cuidando de otros, trabajando o sonriendo?  Es duro, lo sé, creo que en ese momento de lucidez en el que cuerpo y mente se alían para decirte que no puedes seguir así, que no puedes soportar más esa situación, que necesitas liberarte o escapar o gritar o cambiar de vida o desaparecer, es en ese momento cuando oyes el chasquido final en el pozo y entiendes que eso es y tiene que ser el final de tu caída. Porque funcionar en automático a veces te salva. Te ayuda a curart...

Vivir en un pueblo con calma: maternidad, silencio y raíces

Vivir en un pueblo es una idea que a muchos de nosotros nos resultaba cada vez más atractiva, sobre todo después de la pandemia, pero no necesariamente motivada por eso. También el bullicio, los precios, la escasez de oferta inmobiliaria y otros factores han influido. Y sí, déjame decirte que siempre es una buena idea, aunque no apta para todo el mundo. La vida rural funciona a otro ritmo y eso se respira en el aire, sin duda. En algunos aspectos, es como trasladar tu paz mental a tu contexto más cercano o retroalimentar esa paz interior con un exterior acorde e inspirador. Al final ambas cosas pueden ser dependientes. Además, en la mayor parte de los pueblos hay un porcentaje de viviendas que solo se usan los fines de semana (o en vacaciones), por aquellos que huyen de las ciudades y prefieren pasar sus días de descanso en entornos más tranquilos y que les ayuden a desconectar, a dormir mejor y a disfrutar de una tranquilidad que no es fácil encontrar en los entornos urbanos. Y eso se...

Descubriendo la mente de una persona con trastorno de la personalidad narcisista

Es teoría, este tipo de psicopatía solo afectaba al 1 % de la población y cerca del 75 % de estas personas son hombres. Es decir, que en España teníamos a casi 500.000 personas con trastorno de la personalidad narcisista o TNP y, de ellos, unos 370.000 eran hombres, que así es más fácil verlo. No obstante, hablao en pasado porque recientes estudios confirman que este porcentaje podría estar ahora mismo entorno al 20 % ¡no me puedo creer este aumento tan significativo! Pues lo cierto es que, según parece, hasta el 50 % de ellos los podemos encontrar en empresas, en puestos directivos o como jefes/dueños/socios del negocio. Creo que esto debería ser un nuevo patrón para este perfil de psicopatías ¿no te parece? Una mayoría de hombres y la mitad en puestos de responsabilidad. Y bueno, volviendo a esos 370.000 que ya tenemos "censados", por decirlo de alguna forma y obviando supuestos más alarmantes, quizás podrías pensar que es casi como encontrar una aguja en un pajar ¿no? Meno...