Hay momentos en los que la cabeza va por libre y sabes que no te pasa nada “grave”, pero estás agotada, dispersa, en piloto automático. Te enfadas por tonterías, te cuesta concentrarte y, si te paras un segundo, te das cuenta de que llevas meses empujando la vida como si fuera una piedra cuesta arriba. Amiga mía, estás es un momento de saturación mental . Y a partir de los 40 se vuelve más común de lo que nos cuentan. Por qué nos sentimos tan saturadas después de los 40 A esta edad ya no es solo lo que vivimos, sino todo lo que sostenemos. Y es que, con los años, nos convertimos en pilares fundamentales que cada vez soportan más cargas. Cargas visibles y cargas invisibles: trabajo, hijos, familia, casa, pareja, decisiones, gestiones, expectativas… Mientras tanto, tu cerebro, que no ha cambiado en 40.000 años, intenta sobrevivir a un entorno que no se parece en nada a lo que está preparado para soportar. Te ocurre esto: Tu sistema nervioso está siempre en alerta...
En este blog voy a hablar de barbaridades, de todas las que me apetezca. Comentaré situaciones de todo tipo, mi experiencia con Tinder, los achaques que me surjan y todo lo que me dé la gana.