Hablar de abundancia suele despertar imágenes de cuentas bancarias llenas, coches de lujo y casas de ensueño ¿verdad? Llevar una "vida" como alguna de esas personas que sigues en las redes sociales. Pero reducirla solo a lo material es quedarse con la versión más pobre de lo que realmente significa.
La abundancia no es un resultado externo: es, ante todo, una manera de pensar y de vivir.
Vamos a profundizar en este tema y a desmontar algunos de los mitos más comunes para explorar lo que de verdad hay detrás de este concepto tan deseado.
Mito 1: Abundancia es igual a dinero
Claro que el dinero ayuda, pero no lo es todo. Aunque parezca un tópico, puedes tener una fortuna y sentirte vacío y si no me crees echa un vistazo a las últimas fotos publicadas de Leonardo DiCaprio en su yate con esa cara tan infeliz.
También podrías vivir con menos recursos y experimentar plenitud en tu día a día porque la verdadera abundancia incluye:
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Relaciones nutritivas. 
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Salud física y emocional. 
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Tiempo para ti y para lo que importa. 
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Sentido de propósito. 
Mito 2: La abundancia depende de la suerte
¡Y olé! Aquí discreparía ampliamente Elsa Punset, que ha escrito mucho sobre eso de la suerte buena o mala y por qué sucede cada una.
La típica frase “a unos les toca y a otros no” es una excusa cómoda o un conformismo para quedarte en tu zona conocida. En realidad la abundancia se cultiva con:
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Una mentalidad de crecimiento que ve oportunidades donde otros ven problemas. 
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Hábitos que multiplican tu energía y tu enfoque. 
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La capacidad de tomar decisiones coherentes con tus valores. 
La suerte puede abrir una puerta, pero si tu mente no está preparada, ni siquiera la verás abierta.
Mito 3: Solo se alcanza trabajando sin parar
La cultura del esfuerzo nos ha vendido la idea de que cuanto más trabajes, más abundancia tendrás. Pero seguro que ya has descubierto el enorme error que supone creer eso.
La abundancia no surge del agotamiento, sino de la claridad: saber qué quieres, hacia dónde vas y cómo puedes hacer que tu trabajo (y tu vida) funcionen a tu favor para seguir esa dirección.
Trabajar con propósito vale más que trabajar horas infinitas.
Cómo activar la abundancia en tu vida
Más allá de los mitos, la abundancia se convierte en una realidad cuando eliges practicarla. Aquí tienes tres claves sencillas para empezar hoy mismo:
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Agradece lo que ya tienes: el agradecimiento abre espacio para más y te ofrece un enfoque positivo y mucho más eficiente que si te centras en todo lo que "te falta". Sal ya de esa queja y sé agradecido/a. 
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Piensa en grande, actúa en pequeño: soñar alto, pero dar pasos concretos cada día hacia ese sueño. 
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Rodéate de abundancia: personas, lecturas y entornos que te recuerden que sí es posible y que tú lo puedes hacer posible. 
Cuando eliges ver la vida desde la abundancia, los recursos, las oportunidades y las personas adecuadas empiezan a multiplicarse a tu alrededor porque entonces sí que estás predispuesto a verlos, a entenderlos, a alcanzarlos y a emplearlos.
Aprovecho para decirte que empieza mi segunda temporada de podcasts y he querido arrancar con este mismo tema "La mentalidad de abundancia".
Descubrirás qué la diferencia de la mentalidad de escasez, cómo se manifiesta en la vida real, cuáles son sus principales obstáculos y 5 claves prácticas para empezar a entrenarla en tu día a día.
Te dejaré una práctica sencilla al final del episodio que te ayudará a aplicar la abundancia en tu vida desde ya mismo. Porque de nuevo te recuerdo que la abundancia no empieza fuera de ti, sino dentro de ti.
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