Ir al contenido principal

Mi lista de los 40 se ha ido al garete

Cumplí los 40 años en confinamiento, encerrada en casa sola, con tres gatos y la mente desatada y llena de fantasías para los siguientes 10 años que completarían la década que estaba a punto de inaugurar. Ya sabes que la maternidad no entraba en mis planes, pero me acabo de dar cuenta de que además los ha desbaratado por completo.

Ahora quedan solo unos pocos días para cumplir los 43 años y es justo recordar aquellos momentos para revivirlos de nuevo y, por qué no, recodificarlos en atención a los próximos acontecimientos.

Aquí tienes la versión completa: Mi lista de los 40

Voy a pegar aquí la parte que nos interesa y la iremos comentando:


Cosas que tengo que hacer con 40 años:

- Llevar de crucero a mi madre y mi hermana para tener una juerga desatada solo entre mujeres. Nunca hemos hecho algo así las tres y me encantaría disfrutar de ese tiempo con ellas, pero así, de vacaciones, sin preocupaciones a parte de "qué excursión escoger o en qué bar tomarnos el gintonic esta noche". ¡Será genial!

¡Ay! Este punto hay que cumplirlo sí o sí, no sé si podré dejar a la bebé por ahí o si su padre se la querrá quedar aunque sea una semana para que podamos salir las tres, pero también podríamos pasar a un plan B con niños, aunque ya no sería lo mismo. Veremos cómo lo arreglamos.


- Escribir la novela que tengo en mente y tampoco estaría mal presentarla. Pero oye, sin esperar a los 49 ¿eh? Que eso ya sería procastinar en exceso y no es una década apropiada para hacer esas cosas.

Lo cierto es que tengo ya cuatro libros empezados y solo uno ha llegado ya a las 100 páginas escritas, pero me temo que no es la novela a la que me refería hace 3 años. Aunque me quedan todavía 7 años más en esta década para ir acabando alguno o, quién sabe, quizás para empezar un quinto.


- Asistir a una fiesta remember ¡bailar! Y resistir hasta que el cuerpo aguante (si paso de las 3:00 será mi primera vez, no está mal, también hay primeras veces a los 40).

Este no lo tengo tan claro, al menos no me parece tan factible poder ponerlo en práctica dentro de los próximos 7 años restantes para terminar mi década favorita. ¿Qué te parece si lo trasladamos a la década de los 50? Creo que será más apropiado ver a una cincuentona nostálgica escapando una noche de casa para correrse una juerga al más puro estilo Chimo Bayo, si es que saben quién es...


- Enamorarme todas las veces que me sea posible y dejarme llevar sin más, hasta cuando parezca que hay castaña asegurada al final del túnel ¡qué más da! Ya se pasará, pero es mejor estar en una relación al 100 % que estar sin estar, constantemente pensando en no hacer esto o lo otro para mantenerme al margen por si no va bien, por si me rechaza o por si dejamos de gustarnos. Todo es posible.

Me temo que este punto es el que me ha metido en este lío "embarazoso". Y sí, lo cierto es que confirmo que todo es posible, incluso ser madre a los 43 años.




- Comprar más vibradores.

¡Hecho! A este punto podemos colocarle el check verde y quizás sustituirlo por un nuevo. Compré un nuevo vibrador meses después de cumplir los 40, en este caso, de color negro, curvado y con otra pieza por fuera, así es estimulante por ambos sitios a la vez. Es como atacar al clítoris por todos los flancos y, por supuesto, mi nuevo favorito. 

También me regalaron un Satisfayer, pero si has leído mi post sobre él, seguro que sabes que no me emocionó especialmente (el artículos es este). Pero, ahora que pienso, dejaré este punto sin marcar porque en los próximos años podría necesitar otras novedades.


- ¡Tengo que aprender a bailar! Algo fácil, clases de esas de un día por semana en alguna academia ¿salsa quizás? Lo que sea, pero tengo que saber bailar algo más que un paso a cada lado cuando termine mi década de los 40.

Ahora mismo, tengo que aprender a manejar a un bebé, saber cómo funciona y no morir en el intento. Y es cierto que, cuanto más leo, más convencida estoy de que debo encontrar tiempo para mí entre pañales y chupetes, lo que no sé es si me gustará empezar por este tipo de actividad.

Lo cierto es que tengo la psique hecha polvo, luchando entre mis ganas de retomar el deporte y recuperar una talla que me satisfaga, mientras sigo engordando día a día. Y, si no fuera por el miedo que le tengo al parto, estaría deseando que llegara ese momento para empezar la cuenta atrás hasta conseguir ese objetivo. 

Creo que empezaré poco a poco, es decir, sin presiones porque no sé cómo me irá como madre o cuánto me costará recuperarme o adaptarme y es difícil hacer planes cuando todo son incertidumbre. Así que solo diré que este punto sigue en mi lista para esta década.


- Volver a hacer el camino de Santiago, pero algo un poco más serio ¿de León a Santiago por ejemplo? ¿Desde Burgos con suerte? Estaría bien. Sería mejor salir desde Francia, pero solo si de verdad consigo tantos días libres juntos sin perjuicios a mi empleo.

Este es otro de los puntos que posiblemente tenga que posponer hasta la siguiente década.


- Hacer un viaje por Europa con trenhotel. Sería genial, de España hasta Alemania.

Creo que esta aventura podría llevarla a cabo con mi nueva familia y podría ser divertido, una oportunidad de vivir y ofrecer nuevas experiencias, aunque mejor si la dejamos para cuando ya esté destetada la peque, porque pienso probar la cerveza alemana.


- Pasar una noche entera practicando sexo del tipo de sea, pero al menos presencial.

Creo que para esto se han inventado los abuelos. Lo veo, ya llegará.


- Debería hacer también alguna travesura, una al menos, sin hacer daño a nadie pero que sea algo divertido y maligno. Esta tendré que pensarla con detenimiento, porque lo de tocar timbres de madrugada está muy manido.

Para esto es posible que tenga a una nueva cómplice, mi niña. Quizás nuestra inocente travesura pueda formar parte de esas actividades lúdicas y despreocupadas que a veces también se pueden permitir madres e hijas, no todo va a ser educar.


- Que no vuelva a pasar un mes entero sin estar con la familia. Y aquí incluiría una cena o comida o salida de primas al menos una vez al año.

Lo mantengo, porque siguen siendo mi principal pilar y, ahora que estoy a punto de crear mi propia familia, les necesito más que nunca.


- Ir a un parque de bolas o de esos de colchonetas tipo jumping a hacer el animal.

Este otro punto también estaría bien hacerlo en compañía de una menor. Ahora todavía tengo más ganas de que llegue el momento ¡seguro que será súper divertido! 


- Volver a participar en alguna carrera. Aquí también debería haber un pre que fuera volver a mis 60 kilos de masa magra y ser una máquina de matar para aguantar lo que me echen ¿sentadillas con una barra de 50 kilos? ¿No dicen que los músculos tienen memoria? Pues tengo 10 años por delante para hacerles recordar... Espero que no tenga que ser a base de comer rabos de pasa.

Ya no tengo 10, solo 7 y quizás 6 si la recuperación va a ser tan lenta como dice mi matrona, que amenazó con que pasaría incluso más de un año hasta que recuperase mi silueta previa. Pero además es que esa silueta previa venía de pasar un verano probando manjares de todo tipo, así que tendremos que darle un poco más de margen.

Mucha gente cree que hay que correr para adelgazar, pero yo he estado en ese lado y sé que es justo al revés, que hay que adelgazar para poder correr. Porque todos esos impactos en rodillas, articulaciones y cartílagos con sobrepeso son como una ruleta rusa en la que es cuestión de tiempo que te toque una lesión más o menos grave. Es como pasa con las personas que tienen moto, que están los que ya se han caído y los que todavía no lo han hecho, pero no se contempla que eso no llegue a pasarles.


- Lanzar un producto propio a la venta. Esta es medio trampa porque ya estoy trabajando en ello, pero me gustaría materializarlo de verdad, conseguir que vea la luz y venderlo a toda la gente que sea posible ¡toda una hazaña!

Con mi baja por maternidad a la vuelta de la esquina todavía no estoy preparada para dejarme llevar por nuevos proyectos. Ya me está costando bastante poner límite a los llevo entre manos y escoger la fecha en la que empezará mi verdadero descanso por el embarazo o la maternidad. Habrá tiempo y seguro que surgen muchos momentos apropiados en estos años que todavía me quedan para exprimir al máximo la década de los 40.

No puedo negarte que está siendo al menos tan insuperable como esperaba y eso que ya era mi década favorita antes incluso de estrenarla. Creo que los 40 años son la mejor edad para una mujer, un equilibrio perfecto entre madurez, seguridad, tranquilidad y coherencia. Puedo ser tenaz y conseguir lo que me proponga o dejarme llevar y que la vida me sorprenda. Todo es posible ¿no habíamos quedado así?




Comentarios

Entradas populares de este blog

Descubriendo la mente de una persona con trastorno de la personalidad narcisista

Es teoría, este tipo de psicopatía solo afectaba al 1 % de la población y cerca del 75 % de estas personas son hombres. Es decir, que en España teníamos a casi 500.000 personas con trastorno de la personalidad narcisista o TNP y, de ellos, unos 370.000 eran hombres, que así es más fácil verlo. No obstante, hablao en pasado porque recientes estudios confirman que este porcentaje podría estar ahora mismo entorno al 20 % ¡no me puedo creer este aumento tan significativo! Pues lo cierto es que, según parece, hasta el 50 % de ellos los podemos encontrar en empresas, en puestos directivos o como jefes/dueños/socios del negocio. Creo que esto debería ser un nuevo patrón para este perfil de psicopatías ¿no te parece? Una mayoría de hombres y la mitad en puestos de responsabilidad. Y bueno, volviendo a esos 370.000 que ya tenemos "censados", por decirlo de alguna forma y obviando supuestos más alarmantes, quizás podrías pensar que es casi como encontrar una aguja en un pajar ¿no? Meno...

Momento vital: mejorando

¡Cuántas ganas tenía de escribirte! Pero lo cierto es que ser mamá es un trabajo a tiempo completo y que te ocupa las horas como si tal cosa; empiezas con el paseo y cuando te das cuenta ya la estás acostando y así, todo rodado, los días pasan con gran velocidad. Las noches también se hacen cortas, pero no hay tiempo para pasar sueño, solo algún bostezo furtivo mientras estás haciendo otra cosa. Un poco locura. ¿Vida social? Quizás dentro de un año, mientras tanto hay demasiadas cosas que hacer. ¿Morriñas? Bueno, no puedo decir que no haya cosas que eche de menos, pero realmente no son tan necesarias y es que ahora todo parece haberse quedado en un segundo plano. Supongo que, como casi todo en la vida, es cuestión de prioridades y ahora las mías son otras.  Solo un inciso: es cierto eso de que las personas que no tienen bebés no son conscientes de la cantidad de tiempo libre de que disponen. ¡Vaya! Tú y yo teníamos muchas cosas a medias que deberíamos ir retomando ¿verdad? Mientras...

¡He sobrevivido a la maternidad! De momento

¡Vaya tela! He tenido un bebé ¡HE TENIDO UN BEBÉ! Aun así, a pesar de repetirlo, me parece mentira, si no fuera por todo lo que he sufrido, llorado y vivido en estas últimas semanas. Eso sí que es real. Eso y que ahora solo doy medios abrazos, porque siempre tengo un brazo ocupado, claro. ¿Así es la maternidad? He llorado más que en toda mi vida junta y la mayor parte de las veces ni si quiera sabía por qué lo hacía, solo era un sentimiento fantasma y profundo que no podía detener, aunque si hay algo que destacar es la soledad, la sensación infinita de soledad, de no poder explicar, de no poder verbalizar y de no poder evitar o delegar todo ese dolor. La incomprensión exterior y ese apoyo que no estaba ahí también cuentan. En el hospital, cada persona que entraba a verme era para hacerme daño, la vía, los tactos, las sondas, la epidural, la cesárea y todo eso no mejora tras dar a luz. De repente te enfrentas a una imagen frente al espejo que no reconoces; hinchada, envejecida, cansada ...