Ese maravilloso mundo del embarazo (ironía ON)

Si esperas encontrar esa versión mística de lo que es un maravilloso embarazo o la exaltación del mágico milagro de crear vida dentro de ti, déjame decirte que no es aquí. Esto es más parecido a un paréntesis temporal en el que empiezas en un cierto momento vital y terminas en otro muy diferente, pero mientras tantos tienes que convivir con otro ser vivo en un único cuerpo que hasta ahora era solo tuyo, cediendo a sus caprichos y necesidades y permitiendo que un montón de kilos te colonicen para que el susodicho disponga de un mayor espacio para su comodidad y desarrollo.

De hecho, creo que ese es un bueno punto de partida, la disparidad que se crea en tu interior cuando ves como el número de la báscula no deja de aumentar sin poder hacer nada por remediarlo, al contrario, debes ceder a ese aumento de peso supuestamente temporal, como resultado lógico de que todo este proceso está yendo bien. Es difícil. Te miras y te cuesta verte, sobre todo en esos primeros meses en los que empieza la retención de líquidos, pierdes la cintura y, con ella la posibilidad de seguir usando tu ropa habitual, pero no tienes barriga suficiente como para parecer una embarazada o para usar ropa premamá sin que te quede rara. Cuesta mucho. Tu cabeza debe rendirse y conformarse, pero no deja de intentar promover más restricciones alimentarias o más ejercicio.

En el momento en el que ya la barriga empieza a redondearse te dispones a equipar tu armario para afrontar los meses siguientes y te das cuenta de que no hay vida más allá de los leggins y las camisetas apretadas, porque claro, todas las embarazadas debemos lucir curvas sin miedo a nada y para no dejar nada a la imaginación ¡es nuestra obligación! Hasta que llego yo y me planto las mayas con barriga añadida y parezco un choricito mal atado.

La alternativa son todos esos pantalones elásticos y jerséis deformes y grandes que escondes en tu fondo de armario para disfrazarte por casa en esos días maluchos en los que prefieres abrazarte al helado y al mando de la televisión, para llorar a moco tendido con alguna peli romántica y rancia de esas de ayer, hoy y siempre.

Conste que hay un hito en la vida de toda mujer y es ese día en el que decides que puedes llevar esa ropa por la calle. Ese es el verdadero empoderamiento femenino y ojo que no me corte los camales de los pantalones para que se me vean bien los pelos de las piernas, porque claro, parece ser que la depilación láser no es compatible con estar embarazada, así que llevo como 5 meses y pico preparándome para la ocasión. Una pena que solo lo goce mi ginecóloga.

Pero esto no termina ahí, porque quizás nadie te informe de los detalles más divertidos ¡qué gamberras! Con lo chulo que es tirarte un pedo tóxico, de esos que dejan en jaque a todas las personas que están en un radio de un kilómetro desde tu posición y seguir como si nada. En casa es peor porque tienes que lidiar tú con ellos y llega un momento en el que el ambiente está tan raruno que hasta parece que se te nubla la vista. Qué bueno el episodio de los pedos, no sé porqué nadie habla de estas cosas.

Y el tema de la saliva también merece una mención a parte. Creo que sí que llegué a leer que, por motivos que desconozco, generas más saliva durante el embarazo, lo que no te dicen es que tu cuerpo aprovecha para deshacerse de esos excesos en cuanto te despistas un poco y empiezo a preocuparme seriamente por la integridad de mis almohadas y cojines ¿no se deshará el relleno de espuma con tanta humedad? Porque sí hija sí, esas cabezaditas en el sofá, esas pequeñas siestas y no digamos mientras duermes, todo maligno. No es necesario ni que tengas la boca abierta para caer en la trampa, empiezas a babear que es un primor, aunque no lo descubres hasta que no te despiertas y compruebas que no hay ningún espacio a tu alrededor que no tenga un cerco húmedo. Tu nueva marca personal. Maravilloso.

¿Y sabes esto que dicen de que se puede limpiar el óxido de los metales con la coca cola? Eso es porque no conocen el pis de embarazada. Mano de santo. No voy a probarlo para corroborar mi teoría, pero tiene un olor ácido salvaje que te despeja las vías nasales.

Parece que haya algo en tu cuerpo que trate de aislarte del mundo exterior, no solo sirve para ahuyentar a los hombres y dejar claro que no eres una persona disponible, es en general. Si no los matas con tus gases, saldrán despavoridos por tu olor corporal o el de tu pis. Sin duda el embarazo es un momento mágico de unicornios y arcoíris, que resalta la belleza de la mujer y te hace sentir especial y única, pero única en el mundo.