OMAD proviene del inglés "One Meal A Day", lo que se traduce en hacer una única comida al día y en el ayuno intermitente equivale a la opción 23:1, es decir, OMAD es ayunar durante 23 horas y comer durante 1 ¡cada día!
Los dos filetes de emperador pesaban poco más de 300 gramos y los acompañé con un pimiento asado y tres trozos de queso semi. En el plato de arriba a la izquierda hay champiñones, calabacín y berenjena que hice al horno. Y en el de la derecha hay brotes verdes (lechugas), 2 tomates y 1 aguacate. En la esquina superior izquierda hay 120 gramos de coco troceado (más de 400 calorías), que no pude comerme porque estaba hasta arriba.
¿De dónde sale todo esto?
Ya sabes que a mí me gusta probar cosas y cuando leí algunos de los datos de las investigaciones que le valieron el nobel en medicina a Yoshinori Ohsumi (2016), no podía pasarlos por alto. Este tema de la autofagia me parece interesantísimo. Según demuestra, comer cada poco tiempo evita que nuestro organismo pueda realizar otras tareas muy necesarias para la salud, como la autofagia, una especie de autosanación celular. Por eso, las ingestas cada tres horas que vienen defendiendo los nutricionistas, no nos permiten tener el organismo en óptimas condiciones.
Dentro de sus años de investigación, el doctor Yoshinori Ohsumi ha podido demostrar que, si comemos cada poco tiempo, nuestro cuerpo está ocupado en las digestiones sin descanso; termina de hacer una y poco después ya empieza con la siguiente. Por eso no puede ocuparse de otros problemas, como células dañadas que pueden acelerar el envejecimiento o desarrollar posteriores enfermedades o tumores.
Esto es gracias a muchos años de pruebas y a una visión clara de los procesos celulares que antes no teníamos. Con lo que esa autofagia que detalla en sus conclusiones resulta que es un proceso por el que nuestras células se "comen" a sí mismas o desechan esas otras dañadas que podemos acumular de vez en cuando. Y esta sanación celular es posible cuando dejamos al cuerpo sin alimento durante periodos un poco más largos.
De ahí ha aparecido todo el revuelo de los ayunos intermitentes en todas sus modalidades, algo que, por otro lado, ya se venía haciendo en diferentes culturas y religiones, como en la católica durante las pascuas o en la islámica durante el Ramadán. Sin embargo ahora todo esto tiene una explicación científica y comprensible, además de muy atractiva: "dejar tiempo al cuerpo para que pueda sanarse".
La idea me encanta y me parece de lo más coherente, porque yo también estoy uno o dos días sin comer después de un empacho o una indigestión salvaje o cuando estoy con colitis (por prescripción médica) y lo único que me dan para pasarla es agua con sales minerales, para no deshidratarte, pero el caso es que dejas de comer y te curas, si lo resumimos todo al absurdo.
Además, es obvio que el cuerpo tiende al equilibrio y está diseñado para gestionar un amplio espectro de sustancias y problemas menores. No digo que tengamos que evitar los medicamentos pero tampoco hay que menospreciar nuestra naturaleza.
Voy a ponerlo en práctica
Pues bien, después del ayuno de una semana que hice el verano pasado he decidido probar otras cosas. Porque lo cierto es que me fue muy bien, aunque es una de esas cosas que es mejor hacer solo una vez al año o de forma puntual y no habitualmente. Por eso ahora busco fórmulas que pueda mantener en el tiempo aunque, conociéndome, yo no podía empezar poco a poco y sustituyendo esto por lo otro o de forma gradual. Tenía que hacer algo más drástico y empezar a trabajar desde el cambio.
¿Sabes esas personas que dejan de fumar poco a poco reduciendo los cigarros diarios hasta el final? Pues yo no soy de esas y, de hecho, si hubiera fumado alguna vez en mi vida, lo dejaría de un día para otro, así sin más, tirando el paquete con los que quedaran dentro y se acabó. Eso a mí me funciona, pero no tiene porqué ser tu caso.
Y tal como reza el título, estoy haciendo una sola comida por día, algo que no pretendo alargar en el tiempo más allá de 2 o 3 semanas y dejando los fines de semana para "comer medio normal", debido a ciertos compromisos que no puedo eludir. De esta forma, se supone que mi cuerpo estará suficiente tiempo "ocioso" como para regenerar tejidos, reforzar mi sistema inmune, mejorar mi tolerancia a la insulina (aunque no tengo diabetes ni valores altos de azúcar en sangre en mi última analítica) y mejorar las proporciones entre LDL, HDL y triglicéridos ¡una maravilla!
El inconveniente es que no debería reducir cantidades, al menos de nutrientes, con lo que durante una hora debería comer todo lo que necesita mi cuerpo para superar todo el día, algo que en volumen parece complicado, pero teniendo en cuenta que comemos bastante regular, no me ha sido tan complicado. Yo misma me preparé un Excel con todos los datos, tanto los alimentos que iba a comer como sus macros y calorías y así poder tener una idea de lo que iba a suponer esa comida para mí.
También calculé mi metabolismo basal (que no llega a 1600 kcal/día) y en base a todo eso y a todo lo que he leído, decidí ajustar los porcentajes para mí equiparando las grasas y las proteínas y con una cantidad de hidratos más reducida, además todos los hidratos debían proceder de frutas, verduras, legumbres, semillas, hortalizas y tubérculos.
No es complicado llegar a las calorías por día en una sola comida, sobre todo si te ayudas de grasas buenas, como el salmón, el aguacate, los frutos secos o el queso. Aunque yo quería mantenerme en unas 1400 - 1500 por día, para crear un pequeño déficit y poder perder algo de graso en el camino. Por cierto, si quieres que te preste mi Excel déjamelo en comentarios.
Primeros 3 días de ayuno OMAD
El primero fue el más fácil. No pasé hambre (volvía de vacaciones y de comidas muy copiosas, así que creo que mi cuerpo lo agradeció) ni me costó ni fue ningún suplicio.
Yo escogí para comer la franja de 19:00 a 20:00 h de la tarde. No es lo óptimo, pero para mí era lo más viable, porque no podía ir cada día con todo al trabajo ni buscar horas nocturnas para cocinar y preparar las fiambreras, así que aposté por mi comodidad para evitar el fracaso en el tiempo.
Día 1 de ayuno 23:1
Me pasé de optimista. Calculé unas 1500 calorías pero no fui capaz de comérmelo todo. Este fue mi menú del primer día.
Quitando ese coco al final comí menos calorías de las que me tocaban por lo que hice ciertos cambios en las siguientes comidas.
Día 2 de ayuno 23:1
Para el segundo día también hice emperador (está escondido bajo las dos rodajas de queso, en el plato de más hacia la izquierda y las verduras de guarnición son las mismas de ayer, que hice una bandeja entera), pero rondaba los 200 gramos y por eso añadí al súper plato de gazpacho 2 huevos duros, para compensar las proteínas.
La comida fue bastante bien. Debo decirte que prácticamente me cuesta una hora comérmelo todo con calma, por lo que llamarlo ayuno 23:1 tiene todo el sentido.
Esta vez me comí los dos kiwis gold de postre y solo un puñado de arándanos. El resto para otro día.
Debo añadir que voy bien al baño y, aunque sí que me entró hambre en una ocasión durante el día, con una infusión se me pasó en seguida (solo infusión, sin azúcares ni edulcorantes ni nada más) y también tuve un poco de dolor de cabeza, ligero, soportable, pero ahí estaba.
La otra vez ya me pasó y me explicaron que era por el café, piensa que yo solía tomar de 2 a 4 al día y ahora no estoy tomando nada. Si persiste me tomaré un café largo rebajado con agua por las mañanas (también sin nada dulce).
Día 3 de ayuno 23:1
Ha sido un día durete porque me ha bajado la regla y he estado rabiando de dolor (efectos de la vacuna). También me dolía un poco la cabeza y, aunque no he tomado café, me he hecho un par de infusiones durante la mañana para tomar paracetamol y calmar el cuerpo.
En mi comida quería compensarme un poco por el dolor y el día tan horrible, así que he cambiado el pescado por un carpaccio de carne cruda y algo rico para el postre. Eso sí, lo primero ha sido una ensalada enorme con brotes verdes, 2 tomates, 1 aguacate y 1 quesito blanco de burgos.
El inconveniente es que con el dolor tenía unas ganas locas de acostarme, así que solo comí durante media hora y al final no probé las fresas. Me tomé un Ibuprofeno y fue el primer día que me acosté justo después de comer, otra de las cosas que tampoco son muy recomendables, pero no podía más con mi vida. En los días anteriores pasaron de 3 a 4 horas entre la cena e irme a dormir ¡buenísimo!
Y de momento esto es todo.
Si quieres saber más dímelo y te sigo contando.
Cuídate mucho.
Muy interesante. Se lo paso a Jorge, que está a tope con el tema nutrición y deporte.
ResponderEliminarMe gusta lo que has puesto y me gustaría saber cómo te fue el resto de días de ayuno.
ResponderEliminarTambién me interesa el Excel que comentas de comidas con las macros.
Gracias, me alegro de que te haya gustado. He hecho más reflexiones sobre este periodo en los artículos posteriores, por si quieres saber más. Aunque lo más complicado fue justo eso, cumplir con mis macros en una sola comida... Se me hacía muy cuesta arriba.
Eliminar