¡Vaya vida! ¿Tú también lo notas?
Hemos vivido momentos únicos. Nos subimos a una ola a regañadientes, nos opusimos, hasta algunos hablaban de manifestarse tras el inicio del estado de alarma. Una semana después hacíamos deporte cada día, cumplíamos con los 10.000 pasos por los pasillos y teníamos a nuestra disposición películas, libros o museos a domicilio.
Nuestro estado de ánimo ha acompañado a esta aventura en todos sus altibajos ¡y ha sido increíble!
Los memes, las bromas y las risas inundaban las redes sociales ¡es lo nuestro! Sacar la mejor cara. Pero ¿crees que alguien sabía de verdad lo que iba a pasar?
Los que veían el telediario se debatían entre el miedo y el enfado, el resto solo buscábamos distracciones de otro tipo, artículos de opinión o investigaciones que arrojaran algo de luz. Y, entre todo esto, siempre se colaba algo de salseo y morbo raro.
Después vino la gratitud para todos los sanitarios, para los cuerpos de seguridad y para el personal de limpieza. Nos reafirmábamos constantemente y el tema ese de los aplausos estaba en pleno apogeo, aunque ya sabes, no duraría siempre.
Varias semanas después empezábamos a tener casos cercanos de afectados e incluso de fallecidos y todo se tornó un poco menos... Gracioso. Nos enfadábamos más y algunos empezaron a hacer boicot a los sanitarios que tenían como vecinos. Hasta se oían noticias de personas que habían llegado a las manos en los comercios y yo te confieso que tenía miedo de que se me escapara algún estornudo en público, sobre todos esos propios de la primavera tan inoportunos.
Imagina cómo iban nuestras cabezas; obligados a quedarnos en casa, aislados, enfadados, buscando culpables y a ratos asustados. Todo giraba entorno a una cuenta atrás, de quince en quince días, que parecía no tener fin.
Llegaron los primeros insomnios y eso, créeme, no ayudaba nada.
Cumplí 40 años en medio de un acontecimiento perturbador y que se expandía a nivel mundial. Sabiendo que todo puede cambiar de un día para otro, que las relaciones social amenazaban con variar para siempre y que hasta los objetos más inofensivos podían ser un foco de contagio ¿contagio? Contagio, el nuevo miedo del siglo XXI, además del título de una película.
Ha sido un desastre y lo sigue siendo y aún queda mucho por vivir.
Mientras tanto, he recogido todos esos sentimientos, trastornos, pensamientos positivos y auto destructivos, comeduras de cabeza, deseos y anhelos en un nuevo libro, un diario en realidad, "Diario de una cuarentona en cuarentena". Además, lo he llenado de sinceridad y palabrotas para aumentar su encanto, por lo que no es apto para personas de vista sensible.
Puedes encontrarlo aquí: https://www.amazon.es/dp/B08DDR9N53/ref=cm_sw_r_cp_apa_i_u6FhFbHAZNVX3?fbclid=IwAR21HL8dOWcvGRJ2fs3UJpa1FojRpHywCKhjV6T35USfURR_bufLPKpkx8c
Si lo lees, si te atreves y, sobre todo, si consigues llegar hasta el final, por favor, me encantaría que pudieras darme una opinión sincera del resultado y, si te apetece, alguna propuesta para futuras publicaciones.
Nos vemos aquí.
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