Seguro que has visto alguna vez en las películas los métodos americanos para ligar. Muy peculiares. Creo que en la película Hitch sale un ejemplo de ellos.
Están todos sentados, las mujeres a un lado y los hombres a otro, en mesitas individuales. De esta forma ambas personas disponen de unos minutos para contar algo al otro sobre sí mismos, como una especie de cita rápida. El tiempo es controlado por el organizador del evento y, tras varios minutos, avisa a los hombres de que deben recorrerse un asiento a su derecha (por ejemplo) y así dispondrán de otro ratito para conocer a otra mujer diferente.
Una vez que todos los hombres han hablado con todas las mujeres podrán escoger pareja. En ocasiones esa elección es privada, por ejemplo, una votación y así ellos invitan a una copa a una de las chicas que han conocido o similar. El caso es dejar espacio para que las parejas que más se hayan gustado puedan charlar un poco más de forma más distendida.
Cuando yo era joven, digamos sobre los 25 años, asistí a una fiesta en uno de los pub que había antaño por una conocida zona de Valencia que ya ha pasado a mejor vida (Juan Llorens). Es lo que tiene hacerse mayor que todo caduca.
La verdad es que nos pilló por sorpresa. Habían montado una especie de fiesta de parejas y debo decir que me gustó mucho la idea.
Al entrar te ponían una pegatina en el pecho con forma de corazón y que tenía un número en grande. Y en uno de los pequeños escenarios del pub había una mesa con un gran bol, de esta forma, si alguien veía tu número y quería mandarte un mensaje, podía escribirlo y depositarlo en el bol para que lo leyeran en voz alta. Además, habían una serie de juegos o pruebas entre hombres y mujeres, pares e impares. Creo que los números podían repetirse porque cada sexo llevaba una numeración a parte, ellos con corazón azul y nosotras en rojo.
Fue realmente divertido y lo pasamos muy bien aquella noche, aunque no salió nada de allí más allá de las risas.
Supongo que al final estamos todos medio igual. Yo trabajo prácticamente de lunes a domingo y mis ratos libres tengo que repartirlos bien, porque siempre hay algún compromiso o algo que hacer (el paréntesis de ahora no cuenta). Es por eso que se complica tanto a veces lo de abrir el círculos de contactos o conocer gente nueva.
¿Sabes? Hace muchos años habían caravanas de mujeres en busca de marido (en realidad eran autobuses mayormente) que acudían a pueblos con muchos solteros. Obviamente era algo organizado y en lugares escogidos. Allí permitían también, mediante algún tipo de orden, el que mujeres y hombres pudieran conocerse para ver si se encendían la chispa y había boda. Algo así entre los métodos americanos y el programa que hacían hace tiempo de "Granjero busca esposa".
Todas estas medidas me encantan, aunque el Tinder me empieza a parecer rancio, pero hacen una gran labor social y no deja de ser curioso. ¿Qué otras opciones tendrías de conocer alguna vez a esas personas o de coincidir con ellos en cualquier otro lugar?
Ahora tenemos Facebook también y los grupos esos despendolados de personas solteras que se dicen chorradas a diario y después organizan quedadas multitudinarias para conocerse en persona. De estos son poco fan, tirando a cero absoluto, pero se dicen muchas chorradas y suelen ser entretenidos (a nivel digital).
No sé si me atrevería a acudir sola a una cena con un montón de gente desconocida. Más bien no. No me gustan nada esas situaciones y me cuesta un poco romper el hielo, me generan tensión, así que nada, cero.
Digamos que esta sería la parte oficial, pero luego hay una oficiosa.
Existen aplicaciones solo para que personas casadas puedan cometer infidelidades. Es decir, tener encuentros sexuales con otros casado. Como supongo que podrás entender, lo que prima aquí es la discreción, pero como ambas partes se encuentran en la misma tesitura, pues eso, empate. No puedo decirte cuál es pero podría localizarla.
También me comentaron el otro día que parece que han creado una especie de Tinder pero solo para tríos. Para que parejas puedan localizar a un hombre o una mujer que les acompañe en sus travesuras. Lo que no sé es si serviría para que tres desconocidos se pusieran de acuerdo e hicieran un trío juntos... Ni idea. Pero no debe ser nada fácil que tres desconocidos consigan orquestarse en la cama para sacar de ahí algún tipo de melodía medio decente. Si ya es difícil la primera vez de dos imagina si sumamos otra variable.
Yo soy bastante partidaria de las relaciones abiertas o los tríos o cualquier otro tipo de juego que alguien quiera probar, siempre que todos estén de acuerdo. No obstante, no es algo que sirva para todo el mundo y hay que tener muy claro lo que se hace, con quién y porqué para que nadie salga dañado. Será porque ya me quedan apenas días para los 40, pero sí, estoy a favor sin duda.
A ver, si una pareja decide un día usar un vibrador, un juguete sexual, un disfraz o a otra personas para divertirse es muy lícito, siempre que la otra persona se apunte y acepte esas reglas.
Otra cosa son las relaciones abiertas y ahí ambas partes tienen que tener una convicción absoluta. Creo que fue Nuria Roca la que comentó que ella y su marido mantenían ese tipo de relación. Aquí cada pareja debería poner sus reglas, aunque creo que lo mejor sería contárselo siempre al otro y añadir un punto de morbo a la situación.
Una pareja abierta se permite tener relaciones sexuales con personas diferentes, aunque estén casados o viviendo juntos. Digamos que tú siempre tienes a tu pareja de referencia, que es la persona que quieres y con quien compartes tu vida, pero después "usas" también a otras personas para satisfacerte. Yo lo prefiero a la infidelidad mil veces, aunque habría que ver cada caso para saber por qué alguien necesita más sexo fuera.
Bueno, como decía, cada pareja pone sus propias reglas de juego.
¿Cuáles son las tuyas?
Están todos sentados, las mujeres a un lado y los hombres a otro, en mesitas individuales. De esta forma ambas personas disponen de unos minutos para contar algo al otro sobre sí mismos, como una especie de cita rápida. El tiempo es controlado por el organizador del evento y, tras varios minutos, avisa a los hombres de que deben recorrerse un asiento a su derecha (por ejemplo) y así dispondrán de otro ratito para conocer a otra mujer diferente.
Una vez que todos los hombres han hablado con todas las mujeres podrán escoger pareja. En ocasiones esa elección es privada, por ejemplo, una votación y así ellos invitan a una copa a una de las chicas que han conocido o similar. El caso es dejar espacio para que las parejas que más se hayan gustado puedan charlar un poco más de forma más distendida.
Cuando yo era joven, digamos sobre los 25 años, asistí a una fiesta en uno de los pub que había antaño por una conocida zona de Valencia que ya ha pasado a mejor vida (Juan Llorens). Es lo que tiene hacerse mayor que todo caduca.
La verdad es que nos pilló por sorpresa. Habían montado una especie de fiesta de parejas y debo decir que me gustó mucho la idea.
Al entrar te ponían una pegatina en el pecho con forma de corazón y que tenía un número en grande. Y en uno de los pequeños escenarios del pub había una mesa con un gran bol, de esta forma, si alguien veía tu número y quería mandarte un mensaje, podía escribirlo y depositarlo en el bol para que lo leyeran en voz alta. Además, habían una serie de juegos o pruebas entre hombres y mujeres, pares e impares. Creo que los números podían repetirse porque cada sexo llevaba una numeración a parte, ellos con corazón azul y nosotras en rojo.
Fue realmente divertido y lo pasamos muy bien aquella noche, aunque no salió nada de allí más allá de las risas.
Supongo que al final estamos todos medio igual. Yo trabajo prácticamente de lunes a domingo y mis ratos libres tengo que repartirlos bien, porque siempre hay algún compromiso o algo que hacer (el paréntesis de ahora no cuenta). Es por eso que se complica tanto a veces lo de abrir el círculos de contactos o conocer gente nueva.
¿Sabes? Hace muchos años habían caravanas de mujeres en busca de marido (en realidad eran autobuses mayormente) que acudían a pueblos con muchos solteros. Obviamente era algo organizado y en lugares escogidos. Allí permitían también, mediante algún tipo de orden, el que mujeres y hombres pudieran conocerse para ver si se encendían la chispa y había boda. Algo así entre los métodos americanos y el programa que hacían hace tiempo de "Granjero busca esposa".
Todas estas medidas me encantan, aunque el Tinder me empieza a parecer rancio, pero hacen una gran labor social y no deja de ser curioso. ¿Qué otras opciones tendrías de conocer alguna vez a esas personas o de coincidir con ellos en cualquier otro lugar?
Ahora tenemos Facebook también y los grupos esos despendolados de personas solteras que se dicen chorradas a diario y después organizan quedadas multitudinarias para conocerse en persona. De estos son poco fan, tirando a cero absoluto, pero se dicen muchas chorradas y suelen ser entretenidos (a nivel digital).
No sé si me atrevería a acudir sola a una cena con un montón de gente desconocida. Más bien no. No me gustan nada esas situaciones y me cuesta un poco romper el hielo, me generan tensión, así que nada, cero.
Digamos que esta sería la parte oficial, pero luego hay una oficiosa.
Existen aplicaciones solo para que personas casadas puedan cometer infidelidades. Es decir, tener encuentros sexuales con otros casado. Como supongo que podrás entender, lo que prima aquí es la discreción, pero como ambas partes se encuentran en la misma tesitura, pues eso, empate. No puedo decirte cuál es pero podría localizarla.
También me comentaron el otro día que parece que han creado una especie de Tinder pero solo para tríos. Para que parejas puedan localizar a un hombre o una mujer que les acompañe en sus travesuras. Lo que no sé es si serviría para que tres desconocidos se pusieran de acuerdo e hicieran un trío juntos... Ni idea. Pero no debe ser nada fácil que tres desconocidos consigan orquestarse en la cama para sacar de ahí algún tipo de melodía medio decente. Si ya es difícil la primera vez de dos imagina si sumamos otra variable.
Yo soy bastante partidaria de las relaciones abiertas o los tríos o cualquier otro tipo de juego que alguien quiera probar, siempre que todos estén de acuerdo. No obstante, no es algo que sirva para todo el mundo y hay que tener muy claro lo que se hace, con quién y porqué para que nadie salga dañado. Será porque ya me quedan apenas días para los 40, pero sí, estoy a favor sin duda.
A ver, si una pareja decide un día usar un vibrador, un juguete sexual, un disfraz o a otra personas para divertirse es muy lícito, siempre que la otra persona se apunte y acepte esas reglas.
Otra cosa son las relaciones abiertas y ahí ambas partes tienen que tener una convicción absoluta. Creo que fue Nuria Roca la que comentó que ella y su marido mantenían ese tipo de relación. Aquí cada pareja debería poner sus reglas, aunque creo que lo mejor sería contárselo siempre al otro y añadir un punto de morbo a la situación.
Una pareja abierta se permite tener relaciones sexuales con personas diferentes, aunque estén casados o viviendo juntos. Digamos que tú siempre tienes a tu pareja de referencia, que es la persona que quieres y con quien compartes tu vida, pero después "usas" también a otras personas para satisfacerte. Yo lo prefiero a la infidelidad mil veces, aunque habría que ver cada caso para saber por qué alguien necesita más sexo fuera.
Bueno, como decía, cada pareja pone sus propias reglas de juego.
¿Cuáles son las tuyas?
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