Si algo hemos aprendido en los últimos años es que el cambio climático dejó de ser un debate teórico para sumarse a los problemas que ya estamos viviendo. Ya no hablamos de “lo que pasará dentro de 30 años”, sino de lo que te toca este mes: calor en marzo, tormentas que parecen maldiciones bíblicas, incendios fuera de temporada y una factura de la luz que sube más que tu tensión cuando ves el parte meteorológico. El clima sin duda ha cambiado y las estaciones están por revisar, sí, pero lo que está cambiando más rápido es la forma en la que todo esto afecta a nuestra vida cotidiana. Y no es catastrofismo, es solo observación. Y asumirlo con serenidad —y algo de inteligencia práctica— es la única forma sensata de avanzar, porque el resto puede no estar en nuestras manos. Del mapa del tiempo a tu barrio: clima extremo que ya notas en tu día a día Las DANAs son más intensas. Las lluvias, más cortas y brutales. Las olas de calor, más largas y frecuentes, igual que las noches tropical...
En este blog voy a hablar de barbaridades, de todas las que me apetezca. Comentaré situaciones de todo tipo, mi experiencia con Tinder, los achaques que me surjan y todo lo que me dé la gana.