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Toser en tiempos modernos

Parece que, después de haber vivido una pandemia mundial, podríamos esperarnos casi cualquier cosa, pero reconoce que nos costó aceptar la situación ¡vaya que sí! Además, no es que fuera una curva ascendente; había días en los que queríamos organizarnos para una revolución, otros en los que nos daba miedo hasta salir a comprar y después vino la mascarilla ¡ay, qué tiempos aquellos! Si nos lo hubieran contado en febrero de 2020 no nos lo creemos y un mes después, a mitad de marzo, estaban las calles desiertas en pueblos y ciudades. Todo muy desconcertante. Buscando virus que no sabíamos muy bien dónde estarían o cómo nos los llevaríamos puestos. Menos mal que se acabó aquello de desinfectar las bolsas de la compra o cambiarse de ropa cada vez que entrábamos a casa. Yo lo pasé bastante bien en aquellos meses porque estar sola en casa fue un verdadero descanso y gané bastante en paz mental, también tuve mis altibajos e incluso algo de insomnio ya en los últimos días de encierro, pero me r
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Descubriendo la mente de una persona con trastorno de la personalidad narcisista

Es teoría, este tipo de psicopatía solo afectaba al 1 % de la población y cerca del 75 % de estas personas son hombres. Es decir, que en España teníamos a casi 500.000 personas con trastorno de la personalidad narcisista o TNP y, de ellos, unos 370.000 eran hombres, que así es más fácil verlo. No obstante, hablao en pasado porque recientes estudios confirman que este porcentaje podría estar ahora mismo entorno al 20 % ¡no me puedo creer este aumento tan significativo! Pues lo cierto es que, según parece, hasta el 50 % de ellos los podemos encontrar en empresas, en puestos directivos o como jefes/dueños/socios del negocio. Creo que esto debería ser un nuevo patrón para este perfil de psicopatías ¿no te parece? Una mayoría de hombres y la mitad en puestos de responsabilidad. Y bueno, volviendo a esos 370.000 que ya tenemos "censados", por decirlo de alguna forma y obviando supuestos más alarmantes, quizás podrías pensar que es casi como encontrar una aguja en un pajar ¿no? Meno

Momento vital: mejorando

¡Cuántas ganas tenía de escribirte! Pero lo cierto es que ser mamá es un trabajo a tiempo completo y que te ocupa las horas como si tal cosa; empiezas con el paseo y cuando te das cuenta ya la estás acostando y así, todo rodado, los días pasan con gran velocidad. Las noches también se hacen cortas, pero no hay tiempo para pasar sueño, solo algún bostezo furtivo mientras estás haciendo otra cosa. Un poco locura. ¿Vida social? Quizás dentro de un año, mientras tanto hay demasiadas cosas que hacer. ¿Morriñas? Bueno, no puedo decir que no haya cosas que eche de menos, pero realmente no son tan necesarias y es que ahora todo parece haberse quedado en un segundo plano. Supongo que, como casi todo en la vida, es cuestión de prioridades y ahora las mías son otras.  Solo un inciso: es cierto eso de que las personas que no tienen bebés no son conscientes de la cantidad de tiempo libre de que disponen. ¡Vaya! Tú y yo teníamos muchas cosas a medias que deberíamos ir retomando ¿verdad? Mientras tan

La parte emocional de la maternidad

Ya estamos a las puertas de los 8 meses y empiezo a tener ganas de hacer cosas de "mujer" y no solo de madre. Cortarme las uñas, ducharme o lavarme los dientes requieren de estrategias de apoyo o personal de reserva y, aunque ya sé ir al baño con solo una mano, no está mal hacer algo que debería ser habitual con ciertas garantías de bienestar. Pero sí, por si lo piensas, realmente no me importa renunciar a eso y a mucho más solo por tener a mi pequeña en brazos y verla reír y descubrir con ella todo lo que el mundo puede ofrecerle. Sin duda ser madre es un estado continuo de debate interno, pero amañado porque siempre va a ser ella la primera. Lo cierto es que he podido comprobar la gran importancia de la emocionalidad, pero más que eso, la importancia de estar en un entorno de amor, comprensión, tranquilidad y respeto. Porque el nacimiento de un bebé trae consigo muchos altibajos emocionales y no es sino con cariño y paciencia como se solventan, en un entorno que no juzga, q

¡He sobrevivido a la maternidad! De momento

¡Vaya tela! He tenido un bebé ¡HE TENIDO UN BEBÉ! Aun así, a pesar de repetirlo, me parece mentira, si no fuera por todo lo que he sufrido, llorado y vivido en estas últimas semanas. Eso sí que es real. Eso y que ahora solo doy medios abrazos, porque siempre tengo un brazo ocupado, claro. ¿Así es la maternidad? He llorado más que en toda mi vida junta y la mayor parte de las veces ni si quiera sabía por qué lo hacía, solo era un sentimiento fantasma y profundo que no podía detener, aunque si hay algo que destacar es la soledad, la sensación infinita de soledad, de no poder explicar, de no poder verbalizar y de no poder evitar o delegar todo ese dolor. La incomprensión exterior y ese apoyo que no estaba ahí también cuentan. En el hospital, cada persona que entraba a verme era para hacerme daño, la vía, los tactos, las sondas, la epidural, la cesárea y todo eso no mejora tras dar a luz. De repente te enfrentas a una imagen frente al espejo que no reconoces; hinchada, envejecida, cansada

Mi lista de los 40 se ha ido al garete

Cumplí los 40 años en confinamiento, encerrada en casa sola, con tres gatos y la mente desatada y llena de fantasías para los siguientes 10 años que completarían la década que estaba a punto de inaugurar. Ya sabes que la maternidad no entraba en mis planes, pero me acabo de dar cuenta de que además los ha desbaratado por completo. Ahora quedan solo unos pocos días para cumplir los 43 años y es justo recordar aquellos momentos para revivirlos de nuevo y, por qué no, recodificarlos en atención a los próximos acontecimientos. Aquí tienes la versión completa:  Mi lista de los 40 Voy a pegar aquí la parte que nos interesa y la iremos comentando: Cosas que tengo que hacer con 40 años: - Llevar de crucero a mi madre y mi hermana para tener una juerga desatada solo entre mujeres. Nunca hemos hecho algo así las tres y me encantaría disfrutar de ese tiempo con ellas, pero así, de vacaciones, sin preocupaciones a parte de "qué excursión escoger o en qué bar tomarnos el gintonic esta noche&qu

El fenómeno social del embarazo

Puede que todos los escritores tengamos ese punto de melodrama presente en nuestras descripciones, nuestras emociones o en la forma de procesar la vida. A mí, concretamente, me gusta más recurrir a la exageración, al humor y hablar de forma clara de todas esas cosas que nos sonrojan. Y como drama ya ha habido bastante, vamos a retomar un poco las risas y revivir todo eso que nos avergüenza del cuerpo humano. Aunque, para ser del todo franca, ahora mismo me resulta más fácil ceñirme a las afecciones del cuerpo humano embarazado, como es mi caso. ¡Ay! Y es que, es verte la prominente barriga de lejos y ya están todas recordando sus malas experiencias, sus dolores y sus historias personales para contártelas. Y cómo nos gusta dar consejos y emitir sentencias según nuestras propias vivencias y asimilaciones personales. Pero, cuando hay que hacerlo oficial, solo lees momentos románticos en los que "de repente noté una patada y morí de amor". Que digo yo ¿y qué notaste con todas las