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Mi última ruptura: mi relación con el azúcar

No puedo creer que haya tardado tanto en escribir ¡hasta pasó mi cumpleaños sin pena ni gloria! Un escándalo, lo sé. El caso es que todos los días me surgen temas sobre los que me gustaría escribirte, pero el trabajo (cualquiera de ellos) me acaba despistando y, como no me los apunto, se me olvidan.

Me sorprende que aun así sigas leyendo muchos de los artículos anteriores y los que más gustan son los que tienen que ver con hábitos alimentarios, dieta y similares ¿eso es lo que te gusta leer de mí? Curioso. Será porque se acerca el verano y estamos en modo "terror por bikini". Bueno, todo es respetable.

Quizás podría comentarte un poco las cosas que me rondan por la cabeza y que afectan a mi dieta actual, solo porque puedas valorar otra opinión, de las miles a las que tendrás acceso. ¿De acuerdo?

A ver, yo trabajé en una multinacional del sector salud, relacionada con la oncología. En concreto, con el desarrollo de maquinaria para el estudio, el diagnóstico y la extirpación de tumores, cánceres y otros cuerpos extraños similares. Teníamos una patente muy interesante y el entorno me encantaba. En la maquinaria para el estudio se valoran los tiempos de desarrollo de los cánceres, el crecimiento de las células cancerígenas y su evolución para desarrollar fármacos más eficaces.

Y en cuanto al diagnóstico y la extirpación (si procede), se trata de obtener datos lo más específicos posible para poder agilizar los tiempos y los procesos, tanto para los clientes como para los médicos que deban derivarlos. A este respecto, estábamos desarrollando la forma de hacer el diagnóstico y la biopsia el mismo día en el mismo momento, ya que ahora ambos pasos están separados y deben ser referenciados de uno en uno, con lo que supone una dilatación temporal excesiva.

Dicho esto, solo porque conozcas el contexto, te contaré algo que para mí fue bastante relevante y es la forma en la que distinguíamos un posible tumor de un bulto de grasa o cualquier otro cuerpo inocuo. Fácil, se usaban (y se usan) soluciones azucaras con contrastes. Los contrastes servían para que el equipo pueda ver la localización exacta y la glucosa para asegurarse de que era una tumoración.

Por si no lo sabías, en general, un cáncer es una reproducción excesiva de células. Porque nuestras células se van dividiendo y multiplicando para renovar las células de deshecho o las que vamos perdiendo y expulsando, algo normal. En teoría, cambiamos o renovamos todas las células del cuerpo en siete años. Pero cuando ese crecimiento o reproducción es excesivo o por encima de lo normal, suele tratarse de alguna tumoración y ¿cómo saber que ese fenómeno existe o se está dando en tu cuerpo? Porque un comportamiento tan excesivo requiere de una "alimentación" mucho mayor, demanda energía y el alimento favorito de los tumores es el azúcar.

De esta forma, inyectas en la paciente un contraste azucarado y a través del equipo de diagnóstico, lo que ves es una zona más iluminada que el árbol de Navidad. Ahí hay algún tipo de tumoración sin duda.

¡Ta chán! Ese es el papel que juega el azúcar en nuestra alimentación. De hecho, la teoría nos dice que no ingiriéramos azúcar en cantidades tan grandes, las células cancerígenas se mantendrían bajo mínimos, sin poder reproducirse a lo loco. Aunque quedarían excluidos los cánceres hereditarios y alguno raro, pero ¿qué te parece?

Los azúcares son algo relativamente moderno, que no tenían nuestros ancestros y que, queramos o no, nos está dañando. No solo por su carácter adictivo, sino por el uso excesivo que hacemos de él. Amén de que su inclusión en nuestra dieta fue una revolución ¿alguna vez has visto la reacción de un bebé o un niño pequeño la primera vez que toma azúcar? Brutal. Y no voy a entrar en que lo introducimos en la dieta de los menores demasiado pronto y tal y cual, esas decisiones se las dejo a los padres que para eso el hijo es suyo.

A ver, todos los alimentos están bien en su justa medida y aportan variedad a nuestra dieta, pero una cosa es que solo consumamos los azúcares de las frutas y algunas verduras, frente a lo que hacemos ahora, que los consumimos con casi todo. 

Porque si te fijas en las etiquetas de los supermercados te vas a sorprender; hay azúcar en todos los embutidos y en todas las carnes procesadas (hamburguesas, longanizas, etc.), en las carnes picadas envasadas, en los productos curados ¡incluso los yogures 0 % llevan más de 9 gramos de azúcar por vasito! Esto es inundación y significa que cualquiera de nosotros está ingiriendo azúcar todos los días muy por encima de las cantidades recomendadas. Es decir, que este es sin duda el origen de la diabetes que hay, además de otras enfermedades como el Alzheimer, ciertos tipos de cáncer y otras dolencias, cuyo origen es básicamente la dieta, una dieta rica en azúcares y procesados.

Y después de toda esta introducción, te diré que ahora estoy en una cruzada personal contra el azúcar, registrando todas mis comidas diarias en esta aplicación MyFitnessPal que me cuenta las cantidades de azúcar que ingiero al día, en mi caso, el de frutas y verduras. Llevo ya unas tres semanas y, además de perder algunos kilos, me he deshinchado bastante, ya que el azúcar es inflamatorio y, en resumen, me encuentro mejor.

Me veo bien, un buen aspecto y más ágil y dinámica. Cosas que se suman a mis experiencias anteriores porque hace unos 3 o 4 años dejé de tomar azúcar con el café y las infusiones, así, de un día para otro, pero sin sustituirlo por edulcorantes ni nada y pasaron dos cosas: por un lado, dejé de sentir ansiedad por el dulce (chocolates y bollería) y por el otro, empecé a disfrutar más de los alimentos salados. 

He leído algún artículo médico que explica que ese fenómeno se debe a algo así como que las papilas gustativas dejan de estar adormecidas por el dulce y empiezan a diferenciar más los sabores. Puede ser cierto o no, pero yo noté algo similar.

Ahora que lo he limitado a lo mínimo imprescindible, esos beneficios que ya experimenté, se han multiplicado, algo que me anima a seguir por este camino. Y justo en este camino he aprendido otras cositas, como el impacto de los edulcorantes, que parece que también afecta a la necesidad de nuestro organismo por segregar insulina para paliar esos picos en sangre. Es decir, que parece que actúan de forma similar al azúcar en ciertos parámetros. Sin embargo, el eritritol y la estevia no lo hacen, manteniendo un nivel estable de azúcar en sangre, con lo que (según me he informado) serían aptos para diabéticos.

El eritritol procede de las frutas y algunos fermentados y es inocuo en cantidades normales, pero si lo consumes en exceso provoca gases y colitis, aunque hablamos de cantidades muy grandes.

Personalmente, voy a probar a elaborar algún postre ocasional con eritritol, aunque sea algo que consuma de uvas a peras y a ver qué tal y le he comprado un bote a mi abuelo para que lo pruebe también. 

Y otra cosa que he leído y que me parece muy interesante es que algunas diabetes o prediabetes se pueden revertir, algo muy esperanzador, aunque sea limitando considerablemente los azúcares y los carbohidratos en la dieta, porque actúan de forma muy similar en nuestro organismo, ya que los carbos se descomponen también en azúcares.

Dime qué opinas de todo esto y cuál es tu relación con el azúcar.



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