Así es compañeras, estamos viviendo una cruzada directa y salvaje contra las necesidades de los solteros en general. Primero limitando nuestra movilidad los fines de semana, sin cafeterías ni terrazas en las que quedar con ese tipo de la app con el llevamos hablando unos días o con ese otro que parece tan elocuente por Whatsapp.
¡Un desastre total!
Que además venimos ya arrastrando durante casi un año de forma más o menos intermitente ¡un año! Supongo que es algo que podría estar bien después de un divorcio o una ruptura traumática, el tener un margen razonable de paz exterior para recuperar la interior de nuevo. En ese caso sería perfecto porque sería como delegar en tu contexto la necesidad de "que nadie te moleste" ¿te imaginas? Y van y nos aíslan, así que una faena menos de qué preocuparte y mucho ahorro en explicaciones.
Vale. Pero no es el caso.
Ahora imagina el impacto de un año emocional perdido. Eso es algo prácticamente insignificante cuando estás en edad escolar. En la primaria los años pasan sin pena ni gloria y guardamos recuerdos puntuales solo de algunos de ellos. Pero eso no pasa a los 40 años. Después de los 40 todos los años son valiosos e imprescindibles.
Hace tiempo comentaba con un amigo, en uno de esos días de hablar por hablar, lo mucho o poco que nos quedaba por vivir. Con suerte otras 40 primaveras más, 40 veranos y 40 Nochebuenas, que ahora ya solo son 39.
Si tuvieras 39 ocasiones para vivir algo especial ¿cuántas te importaría desperdiciar? Probablemente ninguna. No es un número enorme y en muchas de esas ocasiones ni si quiera podrás escoger libremente quienes van a acompañarte o con qué personas las disfrutarás.
Es un hecho que, si para nosotros van a ser 39 citas pendientes, quizás para otros con los que nos gustaría compartirlas solo vayan a ser 5, 23 o 1. Y eso todavía añade más valor a todas y cada una de esas 39 oportunidades por vivir.
Y aquí estamos, trabajando de lunes a viernes, mañana, tarde y noche y encerrados los fines de semana ¡para celebrarlo! Consumiendo nuestro año número 39 en la cuenta atrás.
Tampoco quería ponerme tan profunda, no quiero que terminemos llorando juntos, así que volveremos a la superficie.
Tenemos que admitir que este año todavía podría haber sido peor si la industria de los juguetes sexuales no hubiera avanzado tanto ¿no te parece? Imagina el desastre de este aislamiento forzoso si no pudiéramos recurrir al amor propio y al auto descubrimiento. Y mi siguiente agradecimiento va para los transportistas que nos los traen a casa.
Y ahora viene la parte mala: ojo amigas, porque los que intenten complacernos después de tantas prácticas y perfeccionamiento ¡van a flipar! Eso sí que va a ser una ardua tarea.
Aunque claro, ahora tampoco podemos tener relaciones sexuales con personas con las que no convivimos. Pero ¿cómo pueden condicionar así nuestra vida íntima e incluso pedirlo impunemente a través de periódicos y noticiarios? Es sin duda un despropósito y un ataque directo contra nosotros los solteros ¡y gravísimo! Los casados no pueden entender la magnitud del problema.
Ahora me pregunto ¿cómo podría llevar la ira y el inconformismo de mi queja más allá de estas líneas?
Y todavía mejor que eso ¿qué más se te ocurre a ti que se puede hacer en casa sola el fin de semana?
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