Ir al contenido principal

Lo que he aprendido sobre las bolas

Voy a descargar aquí mi reciente aprendizaje sobre las bolas chinas o bolas Ben Wa (¡cómo te has quedado!), porque hace varias semanas fui a un sex shop para aumentar ligeramente mi repertorio de juguetes para mí misma y hoy ha sido el día del estreno.

Primero, ya sabes, voy a empezar por todo eso de "yo no soy médico ni especialista ni farmacéutica ni fabricante de bolas ni representante ni ginecóloga, así que te contaré solo mi experiencia como usuaria" y un poco resumida la explicación que me dio la dependienta de la tienda.

Empezaré por esto último.

Resulta que mis bolas, las que yo ya tenía, son de las grandes y, según la chica, esas son para principiantes. Se supone que son las que se usan al empezar, porque al ser más grandes, haces menos fuerza y tus músculos trabajan menos.

Pero la idea es que con el tiempo y el uso vayas cambiándolas por otras cada vez más pequeñas. Aunque, según estaba mirando, tampoco había tantos tamaños diferentes. El caso es que yo, en un principio, iba a sustituir a las mías, porque con tanto tiempo ya me da cosilla (será la fiebre desinfectante que tenemos ahora con todo).

Y, aunque yo ya había cogido unas más pequeñas, la chica se explayó con detalle y así me fui a casa más convencida. Bueno, también me llevé el líquido desinfectante para bolas y lo que surja.

Fíjate la emoción del momento que deben haber pasado como tres semanas y todavía no había sacado a las susodichas de su embalaje. Por cierto, son de color rosa chicle, van dos unidas entre sí por un cordón plástico en el mismo todo y en el extremo llevan como una anilla para quitarlas con más facilidad.

Hoy sábado, con la intención de ir andando al centro para tomar una cerveza, me ha parecido el momento perfecto para el estreno. Así, si iban bien, tenía un buen trecho para comprobarlo y, aunque después fuera a estar un rato sentada y quieta, todavía me quedaría el camino de vuelta para cerciorarme de si mis conclusiones eran o no correctas.

¡Geniales! Han sido geniales.

Debo decir, como usuaria, que se nota la diferencia entre un tamaño y otro ¡se nota! Pensar que con ese trabajo muscular evitaré las pérdidas de orina futuras es casi lo de menos ¡qué invento!

Es bastante divertido y dan ganas de pasear más rato (o volver a casa corriendo), pero cuando estás un ratillo sentida se te pasa y puedes comportante como una mujer normal y corriente. Desde luego no hay forma posible de que otros aprecien ese cambio interior en ti, pero cuando las pruebes (si lo haces), no vayas sonriendo todo el rato, es raro.

Las usaré más veces.

A parte de este hecho tan peculiar y distendido (excepto para ciertos músculos), ha sido un día bastante rancio y con momentos duros. 

Por otro lado, llevaba ya toda la tarde trabajando y con la cabeza tan saturada que me pedía a gritos distracciones mundanas y escribirte a ti es la más divertida que se me ha ocurrido.

Y tú ¿qué has hecho hoy de bueno o de diferente?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vivir en un pueblo con calma: maternidad, silencio y raíces

Vivir en un pueblo es una idea que a muchos de nosotros nos resultaba cada vez más atractiva, sobre todo después de la pandemia, pero no necesariamente motivada por eso. También el bullicio, los precios, la escasez de oferta inmobiliaria y otros factores han influido. Y sí, déjame decirte que siempre es una buena idea, aunque no apta para todo el mundo. La vida rural funciona a otro ritmo y eso se respira en el aire, sin duda. En algunos aspectos, es como trasladar tu paz mental a tu contexto más cercano o retroalimentar esa paz interior con un exterior acorde e inspirador. Al final ambas cosas pueden ser dependientes. Además, en la mayor parte de los pueblos hay un porcentaje de viviendas que solo se usan los fines de semana (o en vacaciones), por aquellos que huyen de las ciudades y prefieren pasar sus días de descanso en entornos más tranquilos y que les ayuden a desconectar, a dormir mejor y a disfrutar de una tranquilidad que no es fácil encontrar en los entornos urbanos. Y eso se...

Lo que me salvó cuando toqué fondo (y cómo empezar de cero sin fingir que estás bien)

Hay momentos en los que ni el café es capaz de arreglar la situación, ni las frases motivadoras, ni las ganas de seguir como si todo fuera normal, haciendo lo de siempre y dejándote arrastrar por la inercia de la vida.  Para algunas puede que el maquillaje sea un salvavidas para esconderse del mundo Pero yo no tengo ese recursos porque ni sé maquillarme ni suelo hacerlo y las pocas veces que me pongo rímel acabo frotándome los ojos antes de salir de casa. Pero ¿qué pasa cuando tocas fondo, pero tienes que seguir cuidando de otros, trabajando o sonriendo?  Es duro, lo sé, creo que en ese momento de lucidez en el que cuerpo y mente se alían para decirte que no puedes seguir así, que no puedes soportar más esa situación, que necesitas liberarte o escapar o gritar o cambiar de vida o desaparecer, es en ese momento cuando oyes el chasquido final en el pozo y entiendes que eso es y tiene que ser el final de tu caída. Porque funcionar en automático a veces te salva. Te ayuda a curart...

Descubriendo la mente de una persona con trastorno de la personalidad narcisista

Es teoría, este tipo de psicopatía solo afectaba al 1 % de la población y cerca del 75 % de estas personas son hombres. Es decir, que en España teníamos a casi 500.000 personas con trastorno de la personalidad narcisista o TNP y, de ellos, unos 370.000 eran hombres, que así es más fácil verlo. No obstante, hablao en pasado porque recientes estudios confirman que este porcentaje podría estar ahora mismo entorno al 20 % ¡no me puedo creer este aumento tan significativo! Pues lo cierto es que, según parece, hasta el 50 % de ellos los podemos encontrar en empresas, en puestos directivos o como jefes/dueños/socios del negocio. Creo que esto debería ser un nuevo patrón para este perfil de psicopatías ¿no te parece? Una mayoría de hombres y la mitad en puestos de responsabilidad. Y bueno, volviendo a esos 370.000 que ya tenemos "censados", por decirlo de alguna forma y obviando supuestos más alarmantes, quizás podrías pensar que es casi como encontrar una aguja en un pajar ¿no? Meno...